La sociedad ha vivido una gran cantidad de cambios en las últimas décadas. Muchos de los que somos adultos hemos tenido que adaptarnos a dichos cambios en un tiempo relativamente corto, pues no acabamos de aprender acerca de una tecnología o dispositivo de comunicación, cuando ya tenemos que afrontar nuevos retos tecnológicos para no quedarnos rezagados en relación a nuestros contemporáneos.
Para nuestros niños, adolescentes y jóvenes la adaptación al cambio tecnológico es mucho más amable y menos amenazante, pues son “nativos digitales”, y para ellos la adaptación es lo cotidiano. Nuestros niños y adolescentes no son observadores pasivos del cambio, sino generadores del mismo, por lo que, incorporar la tecnología a sus vidas se convierte en una necesidad y a la vez en un gran beneficio y más aún cuando la emplean en el contexto educativo.
Algunos de los muchos beneficios que se observan en torno al uso de la tecnología en el ámbito educativo son los siguientes:
Lenguaje Tecnológico:
Los niños y adolescentes muestran mayor interés ante el material de aprendizaje si éste es enmarcado por las diversas tecnologías de comunicación, ello es debido a que aprenden utilizando su propio “lenguaje” tecnológico.
Los diversos canales de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico), son cubiertos con mayor facilidad cuando los mismos estudiantes emplean, o mejor aún, producen material de apoyo para su proceso de aprendizaje o la comunicación del mismo.
La facilidad con la cual pueden bocetar, transmitir y compartir ideas les facilita el aprendizaje colaborativo, ello a su vez, refuerza habilidades sociales de los estudiantes tales como; escucha activa, asertividad, empatía, tolerancia y comunicación.
Presentaciones con Tecnología:
La presentación de sus proyectos se ve favorecida con el uso de la tecnología, pues reduce el tiempo de producción de los mismos, incrementa la creatividad y experimentación en cuanto al diseño y estructura que desean plasmar en sus proyectos, se torna más ecológico y a su vez económico pues no requieren el empleo de materiales físicos para su elaboración y por tanto no se requiere de inversión en los mismos.
El uso de plataformas en las que pueden abrir foros de discusión, les permite compartir diversos puntos de vista y debatir sobre ideas y temas variados, ello implica mayor pensamiento crítico así como capacidad de argumentar.
Evaluaciones:
El uso de la tecnología les permite auto-evaluarse y por tanto auto-corregirse, lo cual los coloca en una dinámica de auto-mejora continua.
El tener acceso en cualquier momento a la información que ellos mismos producen o la que sus compañeros o maestros comparten, les permite recuperar datos las veces que sea necesario para su análisis y asimilación a su ritmo personal de aprendizaje.
Es importante mencionar que el acceso a la información genera responsabilidad, por lo que, la formación de ciudadanos digitales se convierte en un elemento central en la formación integral de nuestro alumnado, con ello buscamos que se conviertan en personas con alto nivel de conciencia y formación en el uso adecuado de las tecnologías de la información, para que sean aplicadas favorablemente en su vida estudiantil y en su vida cotidiana.
Debido a todo lo anterior, y gracias al uso de la tecnología en el aula, el aprendizaje se torna más significativo y por qué no, incluso divertido para nuestros alumnos.