Si nos remontamos unos años atrás, entre nuestros recuerdos más preciados encontraremos los que aportaron la convivencia en cada fiesta o tradición mexicana. ¿Recuerdas la incertidumbre y emoción de acostarte temprano esperando la llegada de los Reyes Magos? O bien, ¿recuerdas abalanzarte hacia los dulces que caían de las piñatas de las posadas decembrinas?
La cultura de nuestro país se representa mediante las costumbres o tradiciones que se conservan de generación en generación, y es la unión familiar la clave principal para disfrutar y aprender de nuestra cultura. En este contexto, es importante saber, que los niños aprenden de los adultos y los adultos de los ancianos que a su vez aprendieron de sus antepasados. La cultura en la que crecimos define nuestra visión de nosotros y del mundo, hace que crezca en nuestro interior el sentido de pertenencia.
Recuerda que el aprendizaje de cada niño se basa en lo que ve, escucha y lee y sin duda, las tradiciones son importantes porque transmiten valores compartidos, historias y objetivos de una generación a otra.
Una de las tradiciones más particulares de nuestro país es el Día de los Muertos, el cual se celebra los días 1º y 2 de noviembre.
Es una tradición popular que data de la época prehispánica y sigue vigente en la actualidad. Se tiene la creencia de que los difuntos vuelven del más allá para participar en la fiesta junto con los vivos, por lo que se les tiende una gran ofrenda colorida y cálida, junto con las pertenencias más preciadas, comidas y bebidas favoritas del difunto.
La tradición del Día de los Muertos, trae consigo una gran y hermosa premisa en que la muerte está indisolublemente unida a la vida y que celebrarla es una forma más de celebrar la vida.
Reúne a tu familia y planifiquen los materiales y utensilios necesarios para elaborar una ofrenda. Sin duda, será un momento familiar que conlleva trabajo en equipo y mucha creatividad.
Acompaña a tus hijos a pedir calaverita en alguna zona de nuestra bonita ciudad.
Es muy usual, maquillarse y vestirse como una catrina. La imagen de la Catrina es un artefacto popular que por excelencia habla sobre la muerte, volviéndose una artesanía que resalta la riqueza formal y espiritual del país.
Recorre el centro histórico y disfruta de los altares expuestos en las explanadas más importantes. Lee la historia junto con tus hijos sobre la vida del personaje a quien es dedicado dicho altar de muertos.
Incita a tu hijo a escribir una calaverita. Una calaverita es una rima con epitafios humorísticos de personas aún vivas, consta de versos donde la muerte personificada bromea con personajes de la vida real.
Busca unas tijeras y papel “China” de colores, reúnan a pequeños y grandes y exploten su creatividad para realizar figuras asombrosas.
En la noche, antes de dormir, puedes leer una leyenda popular para realzar esta tradición.
Disfruta de una cena familiar con pan de muerto y chocolate calientito, aprovechando para conversar y platicar anécdotas relacionadas con la tradición.
Éstas son algunas ideas que pueden sumergirte a conocer y a vivir esta tradición mexicana en familia, haciendo énfasis en que, como adulto y líder de tu familia, debes de involucrar y enseñar a tus hijos cada aspecto de las tradiciones y costumbres de nuestro país. El objetivo de vivir las tradiciones en convivencia es el aporte de valores, experiencias y vivencias que perdurarán toda la vida.
Celebrar las tradiciones nos ayuda a mantenernos conectados con nuestra cultura y, sobre todo, con nuestra familia.