La educación de nuestros hijos es algo prioritario para nosotros como padres, no lo consideramos como un gasto, sino una inversión y estamos dispuestos a usar todos los recursos necesarios para que tengan la mejor calidad educativa para así obtener un futuro más prometedor.
En ciertas ocasiones los niños no obtienen el rendimiento que deberían en la escuela, por lo que recurrimos a contratar un servicio adicional para que reciban clases particulares y puedan ponerse al día.
Pero una de las preguntas más frecuentes que tenemos es ¿Debemos buscar clases particulares o cambiarlos a una nueva escuela? A continuación te lo explicamos.
Identificar el problema:
Primero que nada debemos tratar de identificar cuál es el problema de por qué nuestros hijos no están aprendiendo. Una vez que sepamos qué es lo que está sucediendo podemos decidir cuál curso de acción tomar a continuación.
Como primera medida debemos evaluar el modelo educativo de la escuela, ya que en muchas ocasiones puede ser que no sea el adecuado y que no esté brindando las herramientas suficientes para un correcto aprendizaje del idioma.
Esto se puede identificar principalmente por el número de horas que se revisa el idioma a la semana. Por lo general en modelos bilingües se le dedica una hora al día, lo que significa cinco horas a la semana.
Si bien esa cantidad de horas puede sonar como suficiente, no lo es, ya que la principal clave para aprender un idioma es la práctica. Al ser revisado únicamente como materia el aprendizaje no es el óptimo, ya que solo lo utilizan durante esa hora de clase.
Por otro lado puede ser que nuestros hijos no estén considerando aprender inglés como algo importante y piensen de ello como una materia más que revisar en clases.
Posibles soluciones:
Iniciando por las soluciones internas, debemos enseñar a nuestros hijos desde pequeños sobre la importancia de aprender una segunda lengua para que entiendan todos los beneficios que les puede traer en sus vidas.
Una manera de hacer esto es procurar que inicien su aprendizaje de inglés lo más pequeños posibles. Empezar a estudiar inglés desde kínder les brinda una gran ventaja para volverse mejores en el idioma y dominarlo con mayor facilidad.
Además de eso, trae consigo grandes beneficios y mejoras en habilidades como la creatividad, autoaprendizaje, pensamiento crítico y autoestima, ya que es una gran manera de ejercitar la mente, sobre todo si se hace a tan temprana edad.
De esta forma los niños conocen e interactúan con el idioma al mismo tiempo que aún desarrollan sus habilidades para el español, por lo que para ellos aprender inglés será igual de importante como aprender su lengua nativa.
Por otro lado, si las clases que toman en la escuela no son suficientes para que ellos aprendan, recurrir a clases particulares u otros cursos externos a la escuela pueden parecer opciones viables, pero en algunos casos pueden resultar contraproducentes.
En el caso de acudir a cursos externos, puede ser perjudicial para nuestros hijos, ya que es muy probable que el método educativo de dichos cursos sea distinto al que llevan en la escuela, por lo que pudiera resultar confuso y abrumador para los niños.
De igual manera, los temas revisados en la escuela y en los cursos difícilmente serán los mismos, por lo que, al no estar en sincronía podría confundir a los niños y les provocaría aún más dificultades para lograr aprender el idioma.
La solución a este problema sería contar con clases particulares en las que un solo maestro atendiera directamente a nuestros niños, de esta manera este maestro puede ayudarles a darle seguimiento a lo revisado en clases, ya sea repasando los temas vistos en clases o como apoyo al momento de realizar su tarea.
Así, los niños continúan practicando los temas de clase sin revolverse con temas distintos. Aunque esto pudiera ser una solución a ese problema, puede traer consigo algunas repercusiones, como provocar que los niños se harten del idioma al tener que practicarlo dos veces al día, con dos maestros y de forma diferente.
La solución ideal:
Los modelos educativos biculturales son la mejor solución. En ellos se estudia el inglés como materia y además de esto la mayoría de las materias del programa son impartidas en inglés.
De esta manera los niños practican el idioma constantemente y aprenden las diferentes aplicaciones que tiene en el mundo real, fuera de los ambientes ficticios bajo los cuales comúnmente aprenden durante las clases regulares de inglés.
Al estar en constante contacto con el idioma, aprenden a escuchar, leer, y comprender el idioma de manera más rápida, eficiente y correcta. Además de ayudarlos a comprender la importancia que tiene y las oportunidades que puede darles en el futuro.
En el Colegio Washington contamos con un modelo bicultural que en conjunto con la innovación educativa y la tecnología formamos estudiantes de excelencia y altamente competitivos académicamente.
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